El español Rafael Nadal, número dos mundial, admitió este domingo ser «muy pesimista» ante una próxima recuperación de la normalidad en el circuito del tenis profesional, en pleno parón por la pandemia del nuevo coronavirus.
«Desde mi punto de vista, soy muy pesimista en que el circuito pueda retomar una actividad medio normal», reconoció el mallorquín en un chat virtual organizado por la Federación España de Tenis (RFET) con los integrantes del equipo que ganó el pasado año la Copa Davis.
«En el tenis se necesita viajar cada semana, alojarse en hoteles, ir a diferentes países… Aunque se jugara sin público, para organizar cualquier evento hace falta mucha gente involucrada, que no puede faltar. A nivel internacional veo un problema grave», afirmó.
Nadal confió en que poco a poco puedan ir suavizándose las restricciones, incluidas las de los deportistas, aunque insistió en que es consciente de que la situación sanitaria mundial es seria.
«Llevamos un mes y medio durísimo, con muchísmas pérdidas irreparables. También otras que tienen menor importancia, pero que van a acarrear un gran sufrimiento en la sociedad, confío que solo durante unos meses, en el tema económico», explicó.
«Mucha gente va a perder el trabajo. Son momentos tristes cuando ves a tanta gente muriendo. No están solos porque tienen allí a los equipos sanitarios, que están haciendo una gran labor, memorable», afirmó.
Nadal consideró que las medidas de confinamiento y restricciones han tenido que ser «extremas» porque no se habían tomado «las medidas preventivas adecuadas».
A mediados de este mes, el doce veces campeón de Roland Garros ya había admitido en un programa de la radio española que veía «difícil» poder jugar un gran torneo «a corto o medio plazo».
Junto a su amigo y basquetbolista Pau Gasol, Nadal impulsa desde finales de marzo una acción solidaria para recaudar fondos en la lucha contra el coronavirus.
Junto a otras figuras de primera línea del tenis como Roger Federer y Novak Djokovic, Nadal es uno de los estandartes del proyecto de crear un fondo para ayudar a jugadores peor clasificados y que estén sufriendo más las consecuencias del parón de las competiciones.