La Corte Suprema de Estados Unidos ha dado un duro golpe para el Presidente, Barack Obama, quien entregará su mandato en enero de 2017 sin cumplir su principal promesa de aprobar los programas DACA y DAPA, que pretenden proteger a los migrantes indocumentados de una masiva deportación.
No me siento alentado por esta falta de decisión de la corte suprema, lamentó el mandatario estadounidense, quien tras conocer el empate 4-4 en la votación de la corte dejó entrever que impulsará todas sus fuerzas para que la virtual candidata demócrata Hillary Clinton, impulse la reforma migratoria hacia el Congreso.
Obama ha tenido que batallar en los últimos años para que la a Acción Ejecutiva frene las deportaciones de indocumentados padres de ciudadanos y residentes legales permanentes (DAPA, por su sigla en inglés) que están en el país desde antes del 1 de enero de 2010 y carecen de antecedentes criminales. Y amplía la Acción Diferida de 2012 para jóvenes indocumentados que entraron siendo niños a Estados Unidos y que se conocen como dreamers (DACA, por su siglas en inglés).
¿Entonces cuál es el Plan B? Elegir en noviembre próximo al sucesor del presidente Barack Obama que pueda impulsar una verdadera reforma migratoria que proteja a más de 5 millones de indocumentados.
Tenemos que hacer que el Congreso apruebe una ley, ahora tiene que actuar el congreso. Debe haber un debate importante en estas elecciones. Tengo mucha confianza, aseguró el Presidente de ese país.