César Brañas, el eterno solitario

Este año Editorial Universitaria de la Universidad de San Carlos, presentará el tercer volumen de novelas de César Brañas, labor que se ha realizado con el único deseo de rescatar los textos y las publicaciones que el autor dejó resguardadas.
La obra de Brañas, en su mayoría se considera inédita, ya que a pesar que fueron publicadas mientras el autor vivía, Brañas no creía en la venta de su obra, pensaba que al lucrar con ella la estaba traicionando, así que imprimía pocos ejemplares y los regalaba a sus amigos más cercanos. Es por eso que el trabajo literario de Brañas, estuvo tan poco tiempo en la luz pública y ahora, más de cincuenta años después se publican con un tiraje voluminoso para que su trabajo sea desempolvado y sobre todo reconocido por muchos lectores.

Tres historias
Esta antología de novelas, reúne tres historias: Los inquilinos. Bocetos para la biografía de un niño; La finca y Mi novia tiene sed, novela breve de un infinito amor. Relatos que muestran la calidad literaria que Brañas poseía. Él fue un lector voraz y por ende un escritor perfeccionista y lamentablemente demasiado modesto. Su modestia, lo hizo dudar en ocasiones sobre la calidad de su trabajo, pero son sus textos lo que dejan de manifiesto su destreza al utilizar el lenguaje, su erudición y su capacidad creativa.
En la revista Cultura de Guatemala, de la Universidad Rafael Landívar, de julio/octubre de 1980, Mario Alberto Carrera en el ensayo Hacia una valoración crítica de la novelística de César Brañas”, explica que los movimientos literarios que en Guatemala se han dado quizá sea el modernismo es el más enraizado, el que más escritores de primera calidad ha producido y el que convirtió a nuestra capital en el centro de irradiación de su estilo y de su credo y en algunas de estas novelas, Brañas se une a este movimiento literario.
Sin embargo, Brañas poco apoco fue encontrando un estilo personal e identificable, al leer…sabemos quién es el autor.

 

cesar brañas

Joven escritor
César Brañas inició a escribir novela a la edad de 17 años. Las novelas de Brañas se caracterizan por los temas de la soledad, la nostalgia, la desolación, rodeados de escenarios lúgubres a excepción de Paulita, que es la única con final feliz. No se sabe con exactitud el motivo por el cual Brañas dejó de escribir este género, posiblemente perdió el interés o bien, debido a su perfeccionismo decidió dedicarse con más añico a otro género.
Mario Alberto Carrera señala: que Brañas posee una unidad temática y filosófica se sostiene un fundamento evidente: Brañas utiliza los mismos temas, explota los mismos sentimientos, se asusta y se sorprende de lo mis-mo, tanto en su obra poética como en su obra narrativa. No hay, pues, dos Brañas. No los hay por lo menos en el aspecto de su visión del mundo. ¡La forma es otra cosa!
Esto lo manifiesta el estudioso, ya que ambas, poesía y narrativa, nacen en el momento más fulgurante del modernismo y toman su vestido extremo de esa corriente. Poco a poco, una muere como producción viva y la otra sigue su marcha. Después de 1939 Brañas no vuelve a escribir más novela. Poesía escribe hasta el final de su vida.
Es interesante, ya que Carrera agrega que ambas, conceptualmente hablando, tienen un solo lugar común: la angustia del hombre ante lo que no puede explicarse, aumentado y magnificado por el entorno telúrico del gua-temalteco que ha definido a nuestro hombre como un ser barroco, que equivale a decir, como a un ser enfermo de sí mismo por sus limitaciones fácticas con que la evolución y la historia han querido premiarlo y castigarlo a la vez, y con un ansia de infinito, de inmortalidad, de trascendencia que, en un soberbio afán de igualarse a los dioses, no se resigna sólo a intuir, sino desea también poseer.
Así que estas tres novelas mantienen una similitud: el tema de la soledad está presente. Su personalidad, fue el tema central de la mayoría de su obra, tímido y modesto fue un hombre que se hizo acompañar por la soledad. El tormento de su modestia y generosidad lo acompañaron siempre, él se aferró a las letras para no tener que lidiar con el mundo, la ingrata realidad del día a día, su ruido, sus frívolas conversaciones, su absurdo protocolo, lo llevaron a construir un mundo solo para él.

Tres novelas, tres testimonios de soledad
En Los Inquilinos. Bocetos para la biografía de un niño, se aprecia el relato de un niño asustado que no sabe lidiar con la soledad. Su personaje principal describe cómo la ausencia de la madre marca su vida. El personaje no puede soportar la ausencia materna, y es así como los inquilinos de una gran casa se vuelven distantes, vacíos, que pueden incluso tomar forma de espectro. Pero son reales y palpables para todos.
Mientras tanto, La finca, se plasma un escenario donde su personaje principal, recorre un destino de nostalgia donde extraña la vida que tuvo en la juventud. Esta novela cargada de un sentimiento existencialista, muestra todas las angustias que el ser humano experimenta cuando la vida adulta llega con sus dificultades que en oca-siones, son complejas. Este es un testimonio lleno de añoranzas.
Y por último, Mi novia tiene sed. Novela breve de un infinito amor, es un texto que Brañas publicó en las páginas del desaparecido periódico El Imparcial. En este relato hay una descripción minuciosa donde destilan los adjetivos. Esta novela corta, es el testimonio de un fracaso sentimental, de una relación que dejó a su protagonista resentido y solo.
La presentación de este libro, se realizará en el marco de la Feria Internacional de Libro de Guatemala, Filgua 2015, el miércoles 22 a las 15:00 horas.

Carla Natareno

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