Asfixiado por la débil demanda debido al coronavirus y el exceso de oferta por la rivalidad entre Arabia Saudita y Rusia, el petróleo se disparó el jueves cuando Donald Trump anunció un posible acuerdo entre ambos países, enfriado después por el Kremlin.
«Acabo de hablar con mi amigo MBS (Mohamed bin Salmán, príncipe heredero) de Arabia Saudita, que ha hablado con el presidente (ruso, Vladimir) Putin», tuiteó el mandatario estadounidense.
Y dando a entender que habían llegado a un acuerdo para poner fin a la guerra de precios, afirmó: «Espero que reduzcan en unos diez millones de barriles, tal vez mucho más» su producción.
«Podría llegar incluso hasta los 15 millones de barriles. ¡Buena (excelente) noticia para todo el mundo!», añadió.
Inmediatamente, en el mercado de Londres, el barril de Brent del Mar del Norte para entrega en junio se disparaba 35% sobre el cierre del miércoles, y lo mismo subía en Nueva York el barril de WTI para entrega en mayo.
Sin embargo, el inquilino de la Casa Blanca no dio detalles sobre estas cifras y, sobre todo, el Kremlin negó que hubiese existido tal conversación entre el presidente ruso y el príncipe heredero saudita. Y aseguró que «de momento» no estaba prevista.
Así, al cierre del jueves el barril de WTI para entrega en mayo subió casi 25% a 25,32 dólares. Y el barril de Brent del mar del Norte para entrega en junio ganó 21% a 29,94 dólares en Londres.
Para los dos barriles se trata de la mayor alza porcentual en una jornada en su historia.
«El tuit de Donald Trump fue tal vez prematuro», señaló Edward Moya, analista de Oanda.
Debido a las medidas de confinamiento que han dejado a la mitad de la población mundial en sus casas y a una sobreproducción, el oro negro se había desplomado el lunes a su nivel más bajo desde 2002.
Encuentro «urgente» de OPEP+
En paralelo, y haciendo alusión a una «petición del presidente de Estados Unidos Donald Trump», el régimen de Riad llamó a un encuentro «urgente» de la OPEP+, como se conoce al grupo que reúne a los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y a otras naciones encabezadas por Rusia.
El objetivo, afirmó la agencia de noticias oficial saudita SPA, es llegar a un «acuerdo justo que restablezca el equilibrio de los mercados petroleros».
En una reunión de la OPEP+ celebrada el mes pasado, Rusia -segundo productor mundial- rechazó cerrar el grifo de la producción de crudo para compensar la brutal caída de la demanda provocada por la pandemia de coronavirus que, entre otras cosas, ha dejado las flotas aéreas en tierra por las restricciones a los viajes.
Ante la negativa de Moscú, Riad respondió bajando con fuerza sus precios y aumentando a niveles récord su producción diaria para asfixiar al rival, provocando un terremoto en los mercados con un desplome brutal de precios.
Esta guerra de precios golpea de lleno a los productores estadounidenses, especialmente a los especializados en la costosa extracción de los hidrocarburos de esquisto. Y Trump ya se había declarado dispuesto a intervenir.
El presidente estadounidense no explicó las cifras mencionadas, sin precisar si se trataría de reducciones diarias.
Un recorte de 10 millones de barriles diarios implicaría un descenso enorme de producción tanto para Rusia como para Arabia Saudita.
Según el último informe mensual de la OPEP, Moscú y Riad extrajeron en febrero respectivamente 10,7 millones de barriles y Riad 9,8 millones de barriles por día.
No obstante, Arabia Saudita había anunciado recientemente su intención de aumentar su producción a más de 12 millones de barriles diarios en abril.