Crecimiento del coronavirus podría llevar a la Fed a reducir a 0 la tasa de interés

La Reserva Federal de Estados Unidos tendrá un duro trabajo la próxima semana: convencer al mundo de que está haciendo todo lo posible para mitigar el impacto del coronavirus en la economía, incluso si las herramientas que emplea no son las mejores para conseguirlo. 

En las ocho semanas pasadas desde que el presidente de la Fed, Jerome Powell, presidió la última reunión de política programada del organismo, el brote de coronavirus ha transformado la economía mundial, obligando a la Fed a hacer un recorte de medio punto a su tasa de interés de referencia y a inyectar 1,5 billones de dólares en los mercados financieros la semana pasada. 

Según los analistas, la verdadera pregunta que planeará sobre la reunión de dos días que el banco central iniciará el martes no es si volverá a recortar su tasa de interés, algo que se ve como seguro, sino de cuánto será el recorte. 

«¿Van a cero de inmediato o esperarán hasta abril? Esa es una decisión difícil», dijo a la AFP Diane Swonk, economista jefe de Grant Thornton. 

Advirtió que «reducir las tasas por sí solo, literalmente, no puede curar lo que nos aqueja», pero «puede ayudar a amortiguar el golpe». 

El estallido del COVID-19 ya ha afectado a Wall Street, volviéndolo a poner en un «mercado bajista» por primera vez en 11 años y eliminando más de 16 billones de dólares en capital en todo el mundo. 

La Fed impulsó en dos oportunidades inyecciones de efectivo en los mercados financieros, y el jueves pasado anunció una inyección masiva sin precedentes de 1,5 billones de dólares en fondos adicionales.

Además, amplió las compras de deuda del Tesoro de Estados Unidos, un movimiento comparado con la estrategia de «flexibilización cuantitativa» utilizada durante la crisis financiera mundial de 2008. 

Pero los analistas dicen que estos movimientos no son suficientes para impulsar la economía. 

Ello requerirá la intervención de políticos que ejerzan su influencia para la adopción de iniciativas que favorezcan a los consumidores y las empresas, así como a las autoridades de salud pública que luchan contra el virus. 

«Si esto fuera una película, la Fed estaría desempeñando el papel de un actor de reparto», dijo David Wilcox, exasesor del banco central estadounidense que ahora trabaja en el Instituto Peterson de Economía Internacional en Washington. 

«La Fed está manos a la obra»

Desde que estalló en China a fines del año pasado, el COVID-19 ha matado a más de 5.700 personas y se ha extendido a nivel mundial, con más de 150.000 casos, según un recuento de la AFP. 

Los países han tomado medidas extraordinarias para detener su propagación, incluido el cierre de fronteras y de empresas. 

En su última reunión de enero, la Fed emitió un comunicado centrado principalmente en cuestiones económicas internas y mantuvo estable su tasa de interés de referencia, aunque Powell dijo que las autoridades estaban monitoreando de cerca la expansión del virus. 

Pero el 3 de marzo, cuando el brote de coronavirus empeoró, el banco central implementó el primer recorte de emergencia desde 2008, bajando el índice de referencia a 1,0-1,25%. 

El Grupo CME considera que en la reunión que concluye el miércoles se decidirá una nueva reducción de la tasa de interés, al tiempo que casi todos los analistas interrogados apuestan a que baje a 0-0,25%. 

Un recorte a cero devolvería la política monetaria a donde estaba durante la crisis financiera mundial, cuando los bancos colapsaron y el mercado inmobiliario se derrumbó, lo que provocó una recesión en Estados Unidos. 

Mientras que algunos economistas temen que la Fed use todo su poder de fuego demasiado pronto, otros sostienen que la crisis de 2008 demostró que esperar solo prolongará el dolor. 

Los expertos dicen que solo un programa de gasto masivo puede amortiguar el golpe asestado por el brote de coronavirus a empresas y trabajadores. 

El viernes, el presidente Donald Trump anunció un gasto de 50.000 millones de dólares para detener el virus, mientras que los demócratas que controlan la Cámara de Representantes aprobaron un paquete de ayuda. 

Wilcox dijo que las autoridades sanitarias que luchan contra la pandemia junto con los políticos están en la primera línea de defensa de la economía. 

Un recorte de tasas, cuyos efectos no se sentirían durante meses, no puede hacer mucho más que demostrar que «la Fed está manos a la obra», agregó.

¿Recesión?

«Aunque los recortes de tasas por sí solos no pueden reabrir fábricas o hacer que la gente vaya a los comercios, pueden ayudar a aliviar las tensiones financieras», comentó Diane Swonk. 

El economista Joel Naroff advirtió a su vez que Estados Unidos podría volver a caer en recesión, aunque predijo que sería más superficial que la que padeció durante la crisis financiera mundial. 

Lo que se decida en la reunión de la Fed de la semana próxima «no importa», consideró, porque las tasas ya son muy bajas y es más importante mantener la liquidez fluyendo a través de inyecciones de efectivo.

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