Con varios actos públicos en los que se llamó a votar «apruebo» o «rechazo» comenzó este miércoles la campaña electoral en Chile para el plebiscito que el 26 de abril decidirá si se cambia la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet.
Los partidos políticos opositores (izquierda) se agruparon bajo el «apruebo», mientras que gran parte de los partidos de gobierno y la extrema derecha adhieren al «rechazo».
«Tanta lágrima y tanta sangre se ha derramado para que podamos tener una Constitución distinta», dice a la AFP Camilo Sánchez, presidente de las Juventudes Comunista, que encabeza el llamado Comando Chile Digno, en el acto de inicio de la campaña en la que llaman a votar apruebo y también por la Convención Constituyente (o Asamblea Constituyente) como órgano encargado de redactar la nueva Constitución.
La consulta permite expresarse también por otra opción sobre los responsables de la redacción: una convención mixta constitucional, compuesta por igual número de parlamentarios y miembros elegidos especialmente para este fin.
En la vereda contraria, el Partido Republicano (de extrema derecha) comenzó también su campaña en favor del rechazo. «La única manera de ganar en abril es que nos movamos una vez más», dice una proclama publicada en varios medios locales.
En la coalición de gobierno, las opciones están divididas. Una parte del partido Renovación Nacional –donde militaba el presidente Sebastián Piñera- está a favor de la opción apruebo, mientras que otra parte lo hace por el rechazo. En la Unión Demócrata Independiente –el principal partido de gobierno- la opción es mayoritaria por el rechazo.
El presidente Piñera, en tanto, se ha mantenido neutral aunque su gobierno apoyó el acuerdo político que posibilitó este plebiscito, visto como una de las vías de salida a la grave crisis que estalló en octubre.
Este miércoles, el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, mostró su confianza de que cualquiera que sea el resultado no deberían generarse posturas polarizadas.
«En caso de que triunfara la opción apruebo y Chile abriera un proceso de redacción de una nueva Constitución, hay reglas del juego que están preacordadas», aseguró el ministro.
Este escenario, según Briones, lo da el acuerdo político alcanzado y que estableció que cada artículo de la nueva Constitución debe ser aprobado por un quorum de 2/3.
«Esa provisión es clara para garantizar que aquí no vamos a transitar a ir de un extremo a otro», agregó.
Un último sondeo, realizado por la empresa Activa Research, mostró que 69% de los chilenos votaría por el apruebo, mientras que 14.5% por el rechazo.