“Solo juntos podemos sacar adelante a Guatemala”

Conversatorio

José González Campo, presidente del CACIF.

El recién nombrado Presidente del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF), considera que la función principal como sector es generar empleo y riqueza en el país. Sin embargo, hace énfasis en que uno solo no puede sacar adelante a Guatemala, la tarea tiene que ser una responsabilidad conjunta, como se ha hecho recientemente en la lucha contra la corrupción.

Elder Interiano

einteriano@cronica.com.gt

¿Cuáles serán sus proyectos durante su gestión?

Le diría que desde el año pasado Guatemala está atravesando por cambios que nos exigen a todos en la sociedad esfuerzos importantes para sacar adelante a este país. Desde el sector empresarial también tendremos que hacer esas reflexiones y tratar, de alguna forma, de cumplir con nuestro rol social de una mejor manera, y cuál es ese papel; pues nosotros somos empresarios, encargados de generar empleo, de cumplir con nuestras obligaciones.

Dicho eso, hay planes muy concretos como el esfuerzo de Mejoremos Guate, que CACIF junto con Fundesa llevamos impulsándolo durante ya varios años, en donde se han hecho esfuerzos importantes en muchas áreas como nutrición, educación, fortalecimiento de las instituciones. Esa es la forma en que el sector privado, de alguna manera, interpreta cuál es nuestro modelo de país, un modelo más próspero, más solidario y más seguro.

Es importante saber que el CACIF, como representante y coordinador del sector privado, es simplemente un actor más,  pues al país lo tienen que sacar adelante muchos sectores de la sociedad, el sector privado tiene su papel, pero necesitamos que todos juntos saquemos a Guatemala adelante.

¿Usted viene del sector Construcción, cómo ve el desarrollo y la importancia de este sector para el país?

Pues a mi entender, hay dos puntos importantes, el primero es que el sector de construcción es el pilar del desarrollo nacional. Este país, para prosperar, para que le podamos dar oportunidades a la gente de desarrollarse, de poder llevar sus productos a los mercados, tener acceso a la salud, a la educación, necesita de una infraestructura. Un país que no invierte en su infraestructura no puede ser competitivo y, a largo plazo, no permite generar desarrollo económico. El segundo tiene que ver más con la gente, es la posibilidad de construir vivienda y darle soluciones.

En relación con la transparencia y el acceso a la información, ¿cómo evalúa el papel de los medios de comunicación?

Creo que hay que entender que la función de los medios de comunicación es vital en una sociedad, la libertad de expresión es uno de los pilares que permite vivir en libertad y permite que las instituciones puedan desarrollarse adecuadamente, así que considero que la libertad de expresión es un derecho que debemos cuidar y que debemos cultivar.

También creo que los medios de comunicación tienen un papel importante, que es coadyuvar en el desarrollo del país, así que la generación de información objetiva, el hacer investigaciones profesionales y que de alguna manera cumplan su función de formar criterio en la sociedad son papeles importantísimos de los medios y se deben seguir haciendo. Pero también es importante que cumplan con su función de una forma responsable en el papel de formación de criterio.

En el contexto nacional se dan diversos problemas sociales que afectan a Guatemala y uno de estos es la inseguridad, ¿cómo valora usted esta problemática?

Lo importante en Guatemala son los guatemaltecos, y es vital que la seguridad de ellos, así como el acceso a la salud y educación sean temas prioritarios en la agenda de todos los sectores, es fundamental. La seguridad, en este caso, es un derecho de todos, de salir a estudiar o trabajar y de llegar sanos y salvos a sus casas después de haber cumplido sus funciones. En esa línea tenemos la responsabilidad de exigir al Estado que cumpla con su función de darnos seguridad a todos, sin seguridad no hay inversión, sin seguridad no hay desarrollo, entonces debemos como sociedad apoyar al Estado en esos esfuerzos que haga, para que realmente se den soluciones. Pienso que ha habido avances en ese sentido, pero todavía estamos lejos de llegar a los niveles que debiéramos tener como país, en el que de verdad se valore la vida humana y la dignidad de las personas.

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¿De qué forma debiera ser esta tarea como sociedad?

Yo estoy convencido de que hay muchas más cosas en las que estamos de acuerdo, que en las que tenemos diferencias. Lo que tenemos que hacer es potenciar las cosas buenas, pero donde nos complicamos es en los temas que conversamos, que son los que nos separan. Si construimos en los temas en que estamos de acuerdo, nos vamos a acercar mucho más, que en los que tenemos diferencias.

En el tema de protestas sociales se dan las manifestaciones de diversos sectores, pero aquí se maneja la práctica de los bloqueos en carreteras ¿considera que son legítimos?

Creo que los reclamos son legítimos, media vez se tome en cuenta el respeto a los derechos de los demás, y, sobre todo, el respeto a la ley y a lo que obliga. Cualquier reclamo es válido, pero que se haga respetando la ley. Considero que el tema de los bloqueos, obviamente, al que afecta es a las personas que no van a su trabajo, a los comercios que no pueden abrir, a los comerciantes que no pueden llevar sus productos, entonces, el efecto es un daño mayor a la sociedad de lo que el bloqueo logra. Lo que tenemos que hacer es buscar lo que mejor hace al país y los bloqueos no creo que construyan, en el sentido de evitarle a la gente la posibilidad del trabajo.

¿Como representante del CACIF qué opina del papel que realiza actualmente el Gobierno de Jimmy Morales?

Creo que la evaluación del presidente Morales, de alguna forma, también tiene referencias con respecto de los sucesos del año pasado. Pienso que hay cosas que hay que tener claras, una es la expectativa de la gente hacia este Gobierno en la elección, que era de una lucha frontal contra la corrupción y por la transparencia, entonces, las circunstancias en que se dio el proceso y el triunfo, también tienen un reto enorme con muchísimas expectativas, las cuales no necesariamente son claras, sino que cada sector tiene una diferente. Por lo tanto, el reto del presidente es poder darle respuesta a estas exigencias de transparencia y lucha contra la corrupción, al mismo tiempo que atienda todos los problemas que tiene el Estado.

Hablemos del tema fiscal, en un contexto de señalamientos a la SAT, de ofrecimientos de una amnistía fiscal y de algunos sectores que se niegan a pagar impuestos, ¿qué opina usted sobre una reforma fiscal?

Fachada del edificio central de la Superintendencia de Administraci—n Tributaria SAT, en la zona 9. Fotograf’a FŽlix Acajab—n.

Dos cosas, todos hoy por ley tenemos obligaciones tributarias que se deben cumplir, y no hay absolutamente ninguna excusa que justifique a alguien el no cumplirlas con el Estado, ninguna.  Lo segundo es que es obvio que el país tiene muchísimas necesidades, pero tenemos que empezar a hacer las cosas con prioridades claras, la reestructuración de la SAT es una de esas prioridades, generar de nuevo la confianza del contribuyente de que sus recursos se están usando bien es importante.

Está por cumplirse un año de las manifestaciones en La Plaza de la Constitución, ¿cree usted que la población debería seguir exigiendo más cambios sociales si fuera necesario?

Uno de los hechos más importantes del año pasado fue que la población empezó a hacer ciudadanía, nos dimos cuenta de que los problemas de este país, si no participábamos todos en resolverlos nunca los íbamos a resolver, nos dimos cuenta de que la corrupción era un tema que debimos haber afrontado con mayor seriedad y con mayor involucramiento, pero lo más importante de todo son las cosas que se pueden cambiar. Esos hechos demostraron que este país se puede cambiar si todos nos comprometemos, eso creo que es la parte importante.

¿Considera que la sociedad ha despertado en torno a una mayor participación?

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Considero que hay una esperanza enorme en la juventud de este país, hay más participación, pero también hay un riesgo claro, no dejemos de concentrarnos en lo que nos une. Cuando tuvimos ese enemigo común de la corrupción, y cuando aprendimos a trabajar juntos se lograron cambios importantes. Lo que tenemos que hacer es no enfocarnos en nuestras diferencias, porque ahí es donde perdemos efectividad.