Más de dos mil centroamericanos migrantes que ingresaron de forma irregular por la frontera sur de México para avanzar hacia Estados Unidos fueron retenidos el lunes por autoridades, según un conteo del Instituto Nacional de Migración (INM) de México, divulgado este miércoles.
Informó que mediante tareas de inspección migratoria en áreas urbanas y rurales logró «el rescate» de aproximadamente 1,300 personas en el estado de Tabasco y otras 800 en Chiapas, incluidos menores de edad, detalla un comunicado de la institución.
Fuentes del INM explicaron que entre los retenidos se cuentan no solo a aquellas personas que ingresaron a territorio mexicano como parte de la llamada «caravana 2020», que partió de Honduras hace una semana, sino a otros que accedieron por otros puntos de paso y que ya se desplazaban con rumbo norte.
El lunes, varios cientos de integrantes de la caravana se lanzaron a cruzar el Suchiate desde Tecún Umán, pero fueron contenidos por la Guardia Nacional mexicana, que usó gases lacrimógenos para detener su avance.
El INM informó que determinará la situación jurídica de los migrantes y, de ser el caso, se realizará el «retorno asistido a su país de origen».
Cientos de centroamericanos, en su mayoría hondureños, están a la expectativa de que México ceda y les permita el paso libre por su territorio para llegar a Estados Unidos, donde buscan pedir refugio bajo el argumento de que huyen de la violencia y la pobreza.
Otros, sin embargo, han optado por regresar a Guatemala desanimados por la férrea vigilancia que ejerce la Guardia Nacional mexicana, que incrementó su presencia en la frontera a la espera de la caravana.
El martes se reportó el retorno de al menos 333 migrantes hondureños, 219 deportados por México, y 114 de manera voluntaria.
«Cuando se dieron cuenta de que había opciones de refugio, de trabajo en sus lugares de origen, desistieron y voluntariamente están regresando», alegó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en su habitual conferencia matinal.
El gobierno mexicano intenta disuadir a los centroamericanos de ingresar a su territorio de manera irregular y los alienta a acogerse a programas de refugio y empleo temporal en el sur del país.
Tras las multitudinarias caravanas de centroamericanos que llegaron a México a finales de 2018 y principios de 2019, el presidente estadounidense Donald Trump amenazó a México con sanciones comerciales si no tomaba medidas para detener la oleada migratoria.
López Obrador ordenó entonces el despliegue de unos 26,000 militares en sus fronteras norte y sur para contener la oleada de centroamericanos.