Un brote de 170 casos de enfermos estomacales en el turístico Parque Nacional Yosemite en California llevó a un amplio operativo de limpieza en restaurantes, cafeterías y hoteles aledaños.
Las autoridades del parque, uno de los más concurridos de Estados Unidos, abrieron una investigación después que visitantes y empleados comenzaron a enfermarse a principios de mes.
«La mayoría de los casos se registraron en la primera semana de enero de 2020 y ha habido una caída significativa en los reportes en los últimos días», dijo el parque en un comunicado.
«La abrumadora mayoría de los casos reportados son consistentes con el norovirus», agregó.
El norovirus es altamente contagioso y causa diarrea y vómitos. La enfermedad puede ser contraída a través del contacto directo con una persona infectada o tocando una superficie u objeto contaminado.
Los síntomas suelen comenzar entre 12 y 48 horas después de la exposición.
Las autoridades del parque dijeron que estaban trabajando con los organismos de salud pública y con Aramark, la compañía que administra los hoteles, restaurantes, campamentos y autobuses de enlace en Yosemite, para prevenir enfermedades adicionales.
Aramark -que no respondió a los llamados de la AFP para un comentario- ha sido criticada por los visitantes por la mala calidad de los alimentos y otros servicios desde que comenzó a administrar las concesiones del parque en 2016.