Termina el período del presidente Jimmy Morales, quien pasará a la historia como un gobernante controversial, confrontativo e ineficiente, a pesar de manejar presupuestos multimillonarios, con los que no pudo provocar ningún cambio de fondo en el país. Su mayor logro, haber detenido de tajo la lucha contra la corrupción y la impunidad.
Análisis de Crónica
El Gobierno de Jimmy Morales termina su gestión con más pena que gloria. Quienes le aplauden son únicamente aquellos que se opusieron –por cualquier causa– a la lucha contra la corrupción y la impunidad que el mandatario cortó de tajo, sin importarle las consecuencias para la institucionalidad del país.
Durante sus cuatro años de gestión, se incrementó notoriamente el presupuesto de Q71 mil millones (2016) a Q88 mil millones (2019), es decir que el gobierno dispuso durante su período de Q315 mil millones, de los cuáles solamente Q61 mil millones fueron para inversión.
Sin embargo, entre los resultados más críticos está el fracaso en la lucha contra la desnutrición infantil crónica, cuyo índice llevó a ubicar a Guatemala en el peor lugar de América Latina y en uno de los peores a nivel mundial. El ministerio de Desarrollo (Mides), que debía trabajar en beneficio del segmento afectado –uno de cada dos niños padece de ese tipo de desnutrición– fue uno de los que peor ejecución demostró todos los años, de acuerdo con una investigación presentada públicamente por la diputada Nineth Montenegro.
El año de Hidalgo
En México se utiliza una frase para los funcionarios del gobierno en el último año del sexenio. Aquí se puede aplicar a lo que sucedió en 2019 –el último año– con la administración de Morales y el partido FCN-Nación: El año de Hidalgo, pendejo el que deje algo.
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Para principiar, en la ejecución presupuestaria de 2019 se puede detectar que el Gobierno aumentó el gasto de funcionamiento, es decir salarios y nuevos puestos, en más de Q5 mil millones. Paralelamente, el índice de pobreza se fijó en 59.3%, y el de pobreza extrema en 23.4%, entre los peores a nivel continental.
Después de poner alto a la lucha contra la corrupción, la prensa local, principalmente el diario elPeriódico, pero también Prensa Libre, han estado informando de multimillonarios negocios en diferentes instituciones del Estado, que se han apresurado a contratar obras de última hora, con evidente sobrevaloración.
Reprobado en todo
Tras un proceso de calificación en diversas áreas, el gobierno de Morales obtiene una pobre puntuación de 16 sobre 50 puntos –proyectado, es el equivalente a una calificación de 32/100 puntos–, lo que muestra la poca efectividad que ha tenido su gestión y que se refleja también en el análisis del uso de los recursos del Estado.
Las áreas que se han sometido a análisis y calificación son: Política, Temas sociales, Justicia/Corrupción, Política Exterior, Economía, Ambiente, Seguridad, Salud, Educación y Gestión.
En una puntuación de 1 a 5, donde 1 se concede a un pésimo trabajo y 5 a uno excelente, la administración del binomio Jimmy Morales-Jafeth Cabrera, no logró ninguna calificación arriba de 2, lo que muestra las carencias que mostró.
Las diez áreas calificadas
1.- POLÍTICA: El propio presidente Morales tuvo en sus manos la oportunidad de vetar las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos. En vez de hacerlo, las sancionó, prometiendo que enviaría al Legislativo una propuesta de segunda generación para mejorarlas, algo que nunca concretó, ni su partido apoyó.
Él en cambio, si apoyó que el partido oficial, FCN-Nación, nutriera su bancada con diputados tránsfugas, una práctica que promueve la corrupción dentro del Congreso. Fracaso total. (1 punto).
2.- TEMAS SOCIALES: Los niveles de pobreza y pobreza extrema aumentaron, la Desnutrición infantil crónica llegó a su peor nivel y la inmigración hacia Estados Unidos dejó al desnudo que el gobierno y mandatario no están del lado de los más desposeídos del país. Aumentó la conflictividad social y el propio mandatario promovió la confrontación social. En el tema migratorio se puso abiertamente de lado de Estados Unidos y aceptó dócilmente el mal trato a los connacionales capturados y que se legisle aquí para penalizar a quienes faciliten el traslado de migrantes hacia Estados Unidos. (1 punto).
3.- JUSTICIA/CORRUPCIÓN: Ni un año soportó la famosa frase ni corrupto, ni ladrón, que utilizó en campaña. El presidente sentenció la lucha contra la corrupción y promovió la impunidad, ambas cosas en grado sumo. No hubo ni llamadas de atención a funcionarios por noticias que mostraban irregularidades –la mayoría claros indicios de negocios sucios–. Él mismo logró que el Ejército le recetara un sobresueldo de Q50 mil mensuales –como bono de riesgo–, dinero que tuvo que devolver cuando la Contraloría dijo que era algo ilegal.
Junto al tema de los migrantes, son las dos manchas por las que la historia lo calificará. (1 punto).
4.- POLÍTICA EXTERIOR: Hubo habilidad para ganarse la simpatía de Estados Unidos, el aliado más fuerte. Se trasladó la embajada de Israel a Jerusalén y se aceptó de la manera más amplia posible la política migratoria de Donald Trump, que afecta negativamente a los guatemaltecos indocumentados en aquel país. La contraparte cumplió retirando su apoyo –oportunamente– a la CICIG. Con el apoyo de la embajada americana, como se le conoce, no hubiera sucedido lo que pasó.
En la otra mano, hubo claro alejamiento de la ONU y con los países donantes. (2 puntos).
5.- ECONOMÍA: Buena relación con sectores productivos. En el último año se recuperó parte de la red vial. No hubo obras de infraestructura importantes, más allá del controversial Libramiento de Chimaltenango, ni iniciativas del Ejecutivo para mejorar leyes o aprobar nuevas que promovieran la inversión y aumentaran las oportunidades de empleo. Sin embargo, le salva el trabajo de la Junta Monetaria que mantuvo estabilidad en las cifras macroeconómicas, con tipo de cambio e inflación controlados. (2 puntos).
6.- AMBIENTE: No se aplicó ninguna política pública a favor de contralar los problemas ambientales. De hecho, Honduras tuvo que quejarse en dos ocasiones sobre la contaminación que Guatemala envía a ese país por medio del río Motagua. El ministerio de Medio Ambiente se caracterizó por corrupción y falta de transparencia. Ningún escándalo fue investigado a pesar de ser públicos. (1 punto).
7.- SEGURIDAD: Una de las herramientas para ceder en todo ante EEUU. Se desmanteló la carrera policial para favorecer a cuadros según su interés. Sin embargo, algo se avanzó en la lucha contra el narcotráfico, aunque demasiados rumores se dieron en torno a protección a determinadas estructuras criminales. (2 puntos).
8.- SALUD: Se mejoró el abastecimiento a la red hospitalaria, pero no hubo, en los cuatro años, ninguna acción importante como para hablar de una política pública eficiente en el ramo. Se inauguraron algunos centros asistenciales, pero no hay cambio de fondo. (2 puntos).
9.- EDUCACIÓN: Se entregó el ministerio –virtualmente– a Jovel Acevedo.No hubo mejora en ninguno de los programas ya existentes, aunque en algunos de ellos se dieron mejoras, en otros se retrocedió. Grandes beneficios para los maestros, sin resultados prácticos en la calidad educativa. El presidente Morales fue declarado Amigo de la Educación, desde el punto de vista del sindicato de Acevedo. (2 puntos).
10.- GESTIÓN: Cada año la ejecución presupuestaría llegaba a noviembre con niveles entre 60 y 70, y en diciembre se disparaba, en una evidente carrera para gastar, sin medir la calidad y sin transparencia. La burocracia creció sustancialmente con nombramientos a amigos, parientes y amigos de estos. Los ministerios que deben atender los problemas sociales fueron siempre los de menor ejecución y eficiencia, lo que explica la gravedad y agudizamiento de la pobreza y la desnutrición. (1 punto).
Cierre de vergüenza
Para cerrar con broche de oro, el presidente Morales ha tenido en este diciembre de despedida, dos acciones lamentables: la primera, sancionar –como Crónica había anticipado que sucedería–, la Ley por la Impunidad o Ley de reconocimiento de cargos, muy favorable para promover la corrupción y a los corruptos, y lanzar el segundo intento por comprar los aviones argentinos Pampa III, de entrenamiento de pilotos, que aquí se utilizarían para perseguir aeronaves vinculadas al narcotráfico.
El primer intento fracasó porque se descubrió el negocio en medio de un secretismo que lo rodeó, todo lo cual creó un ambiente de oposición y rechazo. La Contraloría de Cuentas también se pronunció en contra de la compra por el mecanismo escogido.
En la otra mano favorable –para él–, este mismo mes lo ha recibido el presidente Donald Trump en la Casa Blanca, a manera de respaldo por haber apoyado la política migratoria de Washington, que mucho daño ha provocado a los migrantes guatemaltecos indocumentados en Estados Unidos.