Para el serbio Novak Djokovic, número 2 del ránking, los organizadores del Abierto de Australia deberían estudiar un aplazamiento del primer Grand Slam de la temporada si los incendios que afectan al país, y que han provocado ya 24 muertos, amenazan la salud de los jugadores.
«Si se llegan a condiciones que afecten la salud de los jugadores, creo que debería estudiarse» un aplazamiento del torneo, previsto del 20 de enero al 2 de febrero en Melbourne, indicó Djokovic, presidente del Consejo de Jugadores de la ATP, que se reunirá antes el inicio del Grand Slam australiano.
«Probablemente sea la última opción que se plantee y que los organizadores van a hacer todo lo posible por no aplazarlo», matizó Djokovic, presente en Brisbane (este de Australia) para participar en la ATP Cup, la nueva competición por equipos.
Djokovic admitió que «es difícil un aplazamiento porque hay un calendario que respetar (…) y que hay mucho en juego, pero la salud es una preocupación para mí y para todo el mundo».
Desde septiembre, 24 personas fallecieron en los diferentes incendios que han calcinado una superficie equivalente a dos veces Bélgica y que obligaron a las autoridades a ordenar la evacuación de unos 100.000 habitantes del sudeste australiano.
Estos incendios están teniendo un impacto en grandes ciudades como Melbourne y Sídney, en las que el aire se hace irrespirable por los fuegos que rodean a estas urbes.
El calendario del tenis mundial, que a comienzos de año se instala tradicionalmente en Australia, ya ha sufrido cambios por los incendios, que el torneo Challenger de Canberra, que comienza el lunes, se ha trasladado a Bendigo (a 150 km al norte de Melbourne) en una decisión sin precedentes.
La primera fase de la nueva ATP Cup se está disputando actualmente en Perth (oeste), Brisbane y Sídney (sudeste).
Sídney, la mayor ciudad del país, que albergará la fase final a partir del 9 de enero, vive desde hace semanas con una atmósfera contaminada por nubes de humo tóxico.