Los nombres bíblicos de los guatemaltecos, en su mayoría, apelan a santos, héroes y grandes profetas de la fe cristiana. Hay, sin embargo, algunos que están vinculados a personajes oscuros y malignos.
Rodrigo Pérez
Es común que los nombres bíblicos puestos a algunos guatemaltecos apelen a personajes conocidos por su santidad. Pero ha escuchado usted de alguien que se llame Lucifer, aunque no lo crea, el nombre existe y es solo uno de varios vinculados al mal que identifican a algunos chapines.
En el país existen, según el Registro Nacional de las Personas (Renap), 2 millones 516 mil 428 guatemaltecos, con nombres bíblicos. El más usado es María, un nombre bastante extendido en el mundo, sobre todo, en naciones donde se profesa la fe cristiana, debido a que con él se identifica en las Sagradas Escrituras a la madre de Jesucristo.
El segundo lugar lo ocupa José y varios personajes bíblicos que han sido identificados así. Pero destacan dos: el carpintero y padre terrenal de Jesús, esposo de la virgen María. El otro, es el hijo de Jacob y Raquel a quién sus hermanos, por celos y envidia, vendieron como esclavo a un mercader que iba para Egipto. Al final, José termina siendo la más alta autoridad en esa antigua nación, solo por debajo del Faraón, gracias a que salvó al pueblo egipcio de una tremenda hambruna.
El tercero es Juan, un nombre también muy popular entre la fe cristiana, puesto que así se llamó el hombre que bautizó a Jesucristo en el río Jordán —la Bíblia cuenta que fue encarcelado por el rey Herodes y luego decapitado a petición de Salomé— y también, de este modo, se identifica a uno de los cuatro evangelistas que escribió el Evangelio de Juan y que se encuentra en el Nuevo Testamento.
Y, el cuarto es Pedro, uno de los doce discípulos de Jesús, quien fue crucificado de cabeza por no considerarse digno de morir de la misma forma que el Salvador del Mundo. Asimismo, Pedro es considerado como el primer papa de Roma y de la Iglesia católica.
En total, estos cuatro nombres son usados, según el Renap, por 1 millón 836 mil 293 guatemaltecos y ello equivale al 73 por ciento de todos los nombres bíblicos reportados por la entidad encargada del registro civil de las personas.
El lado oscuro
Aunque son pocos, existen guatemaltecos que tienen nombres que apelan al mal y a personajes oscuros. El principal es Lucifer y, según el Renap, dos personas están registradas con este nombre.
En el Antiguo Testamento se narra que era un ángel muy hermoso, lleno de soberbia, que fue expulsado del cielo porque se rebeló contra Dios y quiso ser como él. Tras su expulsión habita el infierno, también se le conoce como Satanás y es el causante de todos los males que agobian a la sociedad.
Entre estos nombres oscuros y perversos, según las Sagradas Escrituras, también destaca Caín, quien mató por celos a su hermano Abel. Fue el primogénito de Adán y Eva, la Biblia narra que se dedicó a la agricultura y su hermano menor al pastoreo. Un día, estos hermanos presentaron sus ofrendas y sacrificios a Dios y este prefirió lo presentando en el altar por Abel. Entonces, Caín invadido por los celos lo asesinó y por ello fue condenado a vagar por la tierra. En suma, 499 guatemaltecos tienen este nombre.
Otro personaje asociado a lo perverso, en este caso una mujer, es Dalila. La historia bíblica cuenta que fue una filistea del Valle de Sorec, amante de Sansón, que fue sobornada por las altas autoridades de su pueblo para que descubriera y les revelara dónde radicaba la extraordinaria fuerza de su amante y cómo podían vencerlo. Tras varios intentos fallidos, logra que Sansón le revele de dónde proviene su fuerza descomunal y cuando estaba dormido le cortó el pelo, solo de esa forma, fue capturado por sus enemigos. Un total de 5 mil 153 mujeres guatemaltecas usan ese nombre.
Otro nombre es Judas, aunque este se puede decir que está entre el bien y el mal. Ello a razón de que así se llamaba uno de los hermanos de Jesús y, porque con ese nombre se conoce al hombre que vendió al Hijo de Dios por 30 monedas de plata.
Héroes y grandes profetas
Existen, también, entre los chapines, nombres de héroes y grandes profetas bíblicos. Uno de ellos es David, que siendo pastor de ovejas venció al gigante Goliat con una honda y una piedra y luego llegó a ser rey de Israel. Es el padre del sabio rey Salomón.
Otro es Moisés a quien Dios se le apareció en forma de una zarza ardiente, que no se consumía, y le encomendó la tarea de liberar al pueblo hebreo de su esclavitud en Egipto. Cuenta la biblia que para persuadir al faraón para que liberara a los hebreos fueron necesarias el azote de diez plagas, la última terminó con los primogénitos de los hijos de los egipcios, entre ellos, el hijo del faraón.
Otro nombre utilizado por guatemaltecos es el de Daniel, considerado como uno de los profetas mayores. A propósito, uno de los pasajes más conocidos de su vida es cuando, en medio de intrigas y falsas acusaciones, fue arrojado al pozo de los leones por el rey Darío, pero los felinos no lo atacaron y no le hicieron ningún daño. Al final el rey se da cuenta de que fue engañado, libera al profeta y castiga a sus detractores.