Benjamín Netanyahu se convirtió este jueves en el primer ministro en la historia de Israel acusado de corrupción, lo que podría acabar con la carrera política del líder que más tiempo ha gobernado desde el nacimiento del estado hebreo.
El fiscal general Avichai Mandelblit «decidió presentar cargos contra el primer ministro Benjamin Netanyahu», indicó el Ministerio de Justicia en un comunicado.
Este anuncio podría tener importantes consecuencias políticas, pues ocurre horas después de que el presidente Reuven Rivlin encargara al parlamento encontrar un primer ministro, luego de que Netanyahu y su rival Benny Gantz fracasaran en formar un gobierno.
«Este es un día muy triste para Israel» declaró Gantz, al reaccionar ante la imputación de Netanyahu.
En el llamado «caso 4000», Netanyahu es sospechoso de haber otorgado favores gubernamentales que pudieron aportar millones de dólares al jefe de la sociedad de telecomunicaciones Bezeq, a cambio de una cobertura mediática favorable por parte de uno de los órganos del grupo, el sitio Walla.
El fiscal también decidió inculpar a Netanyahu por «fraude y abuso de confianza» en otros dos casos.
En el «expediente 1000», se acusa a Netanyahu de haber recibido más de 700,000 séqueles (unos 185,000 euros) de regalos de parte de riquísimas personalidades, en especial del productor Arnon Milchan y del millonario australiano James Packer, a cambio de favores financieros o personales.
En el «caso 2000», el primer ministro es sospechoso de haber tratado de lograr una cobertura favorable en el mayor diario de pago de Israel, el Yediot Aharonot.
«Un periodo sombrío»
Tras las elecciones legislativas de septiembre, los jefes de los dos principales partidos del país, Netanyahu, el derechista Likud, y Benny Gantz, del centrista Azul-Blanco, fracasaran en su intento de formar un gobierno,
Rivlin encargó entonces este jueves a Yuli Yoel Edelstein, presidente del Parlamento que encuentre a una personalidad apta para dirigir un futuro ejecutivo.
Edelstein recibe este mandato en nombre del parlamento, que tiene hasta el 11 de diciembre, para presentar a Rivlin un documento firmado por al menos 61 de los 120 diputados, que se comprometan a apoyar a uno de ellos para el cargo de primer ministro.
«El Estado de Israel atraviesa un período sombrío de su historia», había dicho temprano el presidente ante el parlamento, e instó a los disputados a actuar de forma «responsable» para evitar unas terceras elecciones en un año, tras las de abril y septiembre, que no hicieron posible la formación de un gobierno.
La imputación de Netanyahu podría reducir sus posibilidades de conseguir apoyos en la Knéset, el parlamento israelí.
Según la ley israelí, Netanyahu puede permanecer como primer ministro a pesar de esta inculpación, pero no puede ser un simple ministro en un posible gobierno de coalición.
Gantz o Netanyahu
Netanyahu está apoyado por un bloque de derecha y religioso que suma 54 diputados.
Gantz tiene el apoyo de formaciones de centro-izquierda y también de diputados árabes, aunque éstos no integrarían su ejecutivo.
Aunque no lograron formar gobierno Netanyahu y Gantz podrían recibir otra vez el encargo de hacerlo, y ello abriría la vía a nuevas negociaciones.
«Netanyahu privilegia sus intereses personales» cuando la «mayoría del pueblo votó por una política diferente a la suya», declaró el miércoles Gantz, tras anunciar que fue incapaz de formar gobierno.
Gantz acusó a Netanyahu de haber erigido un «muro» para impedirle dirigir el país.
Temprano este jueves, Netanyahu invitó a Gantz a entablar negociaciones directas «sin condiciones previas». «Debemos hacer un último esfuerzo para formar juntos un gobierno de unión», había dicho.
Antes de que Netanyahu fuera inculpado, Gantz dijo rehusa compartir el poder con alguien que sea imputado.