Un hombre irrumpió la noche de este sábado en un club gay en Orlando, Florida, y disparó con un rifle de asalto contra la multitud, dejando un saldo trágico de 50 muertos y al menos 53 personas heridas, según los reportes de la policía.
El hombre, que fue muerto en el enfrentamiento con la policía, fue identificado como Omar Mateen, ciudadano estadounidense de origen afgano. Hasta este domingo por la mañana se desconocía el móvil del ataque y la policía investiga sobre el pasado del autor para determinar que le motivó a realizar tal masacre.
El jefe de Policía de Orlando, John Mina, explicó que el individuo se entabló en una balacera con un policía que estaba dentro del club a eso de las 2 de la madrugada y luego se adentró y tomó rehenes, pero se ignora como entró armado al club y qué motivó el inicio del tiroteo.
Según el jefe policíaco, la intervención de las fuerzas de seguridad permitió que se salvaran al menos 30 personas. Se dijo que además del rifle, Mateen tenía una pistola y un dispositivo, aparentemente un explosivo
La policía considera el atentado como un acto terrorista, y en esa dirección se dirigen las investigaciones.
Ronald Hopper, asistente del agente a cargo del FBI, dijo: «Tenemos indicios de que el sujeto pudo haber tenido inclinación hacia esa ideología en particular. Pero por ahora no lo podemos afirmar», dijo Ronald Hopper, un asistente del FBI que llegó al lugar.
Los medios locales han recogido testimonios de los sobrevivientes, según los cuáles, lo primero que se escuchó fueron cerca de 40 o 50 disparos, pero nadie supo explicar la razón por la que principió el tiroteo.
Orlando amaneció este domingo con una noticia alarmante y la población se muestra temerosa en las calles.