Unas 2,750 toneladas de nitrato de amonio estaban almacenadas en el depósito del puerto de Beirut que explotó este martes provocando muertos y daños sin precedentes en la capital libanesa, afirmó el primer ministro Hasan Diab.
«Es inadmisible que un cargamento de nitrato de amonio, estimado en 2,750 toneladas, se halle desde hace seis años en un almacén, sin medidas preventivas. Esto es inaceptable y no podemos permanecer en silencio sobre este tema», declaró el primer ministro durante la reunión del Consejo Superior de Defensa, según declaraciones citadas por un portavoz en rueda de prensa.
El nitrato de amonio es un fertilizante químico y también un componente de explosivos.
Pagarán el precio
Por su parte, el director general de seguridad del Líbano, Abbas Ibrahim, dijo también que la explosión «ocurrió en un depósito de materiales de alto poder explosivo confiscados años atrás».
Mientras se desarrollan las investigaciones correspondientes, el primer ministro libanés, Hassan Diab, prometió que los responsables de la gran explosión van a «pagar el precio».
En un breve discurso televisado, Diab afirmó que «esta catástrofe no pasará sin responsabilidades» y que hacer justicia es la labor del Gobierno.
«Esta es una promesa a los mártires y a los heridos», remarcó el jefe del Ejecutivo. Dijo que se harán públicos «los hechos respecto al peligroso almacén que existía desde 2014», sin ofrecer más detalles.
Luto nacional
Por otro lado, el primer ministro solicitó la ayuda de los países «amigos y hermanos» del Líbano, que atraviesa la peor crisis económica desde el final de la guerra civil (1975-1990).
El Ejecutivo declaró un día de luto nacional mañana, miércoles, por las víctimas, que se prevé que aumenten en las próximas horas.