- La Fundación Libertad de Expresión y Democracia indicó que 208 periodistas de Nicaragua han debido dejar el país desde el 2018 para evadir la cárcel y otras medidas que buscan impedir el trabajo de la prensa independiente.
Voz de América
SAN JOSÉ, COSTA RICA — Al menos 208 periodistas salieron de Nicaragua y terminaron exiliados desde el 2018, en el contexto de la crisis social y política en la nación centroamericana, informó Guillermo Medrano, director de la Fundación para la Libertad de Expresión y Democracia (FLED).
Medrano reconoció que es «una estadística grande» para un país como Nicaragua «donde la nómina de periodistas activos no sobrepasa los 500».
«Ya hay 208 periodistas en el exilio y eso significa una situación catastrófica para la prensa independiente en Nicaragua, porque los oficialistas siguen en Nicaragua», dijo Medrano.
El gobierno del presidente Daniel Ortega no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, ha tildado a los periodistas críticos a su gestión de «chachalacas» que «mienten» para desestabilizar su gobierno y los ha acusado de «inventar cualquier cosa para sembrar el terror».
Además ha dicho que los periodistas son «malignos», «hipócritas», «destructores», «criminales» y «terroristas de la comunicación».
La mayoría de los periodistas de Nicaragua exiliados viven en Costa Rica, Estados Unidos y España.
Uno de muchos testimonios
Ricardo Borge salió de Nicaragua el 20 de mayo luego de que oficiales de la Policía Nacional llegaran a buscarlo a su casa ubicada en Nandaime, una ciudad ubicada al sur de Managua.
Borge, quien ejercía su profesión como periodista en Nicaragua, temía correr el destino del comunicador Víctor Ticay, quien fue apresado por el gobierno de Daniel Ortega por cubrir un evento religioso en la misma ciudad donde vive, Nandaime.
“Hace dos meses tuve que salir de manera forzada de mi país porque mis familiares estaban con la incertidumbre por mi integridad física por mi labor de informar y por tener una postura crítica”, dice Borge a la Voz de América.
El periodista se suma a la larga lista de reporteros que han salido de Nicaragua desde el inicio de las protestas contra el presidente Daniel Ortega en el año 2018, las cuales fueron reprimidas con violencia dejando más de 300 muertos, según organismos de derechos humanos.
«Nuevos patrones de represión»
Un informe reciente de la FLED revela que el periodismo vive su peor momento y que en Nicaragua de “un total de 17 departamentos que hay en el país, hay 3 donde ya no existe la práctica periodística independiente”.
De acuerdo con el organismo, el gobierno de Ortega está utilizando nuevos mecanismos represivos contra los reporteros.
“Uno de los hallazgos que encontramos es que hay nuevos patrones de represión, como lo son los juicios exprés», lamenta Medrano. Y agrega que en esos juicios que se le imponen a periodistas, estos son liberados, pero con la condición de presentarte a Fiscalía, a las delegaciones del Ministerio de Gobernación o de la Policía Nacional a firmar.
«Es una nueva forma de la criminalización de la práctica periodística. Lo logramos documentar principalmente en los meses de mayo y abril de 2023”, agrega.
Anteriormente el gobierno imponía penas de cárcel a los reporteros críticos a Ortega y eran acusados de «terrorismo», pero eso ha venido variando, asegura Medrano.
La propaganda rusa se fortalece
Mientras crece la lista de reporteros críticos a Ortega que salen de Nicaragua, medios rusos consolidan su presencia en el país, como Actualidad RT, que actualmente cubre eventos oficialistas del país
El lunes, un reportero de RT que viajó a la ciudad de León, al norte de Managua, entregó un reporte en el marco del 44 aniversario de la Revolución Sandinista.
Horas antes, la vicepresidenta Murillo, había anunciado la llegada al país de Daria Yuryeva, jefa de la agencia de noticias Sputnik para América latina para las actividades relacionadas a la Revolución.
Los principales medios impresos de Nicaragua ya no circulan, entre ellos los conocidos El Nuevo Diario y La Prensa, por razones que van desde la suspensión de operaciones hasta la asfixia por retención de las materias primas para la producción diaria.
«En Nicaragua sólo hay espacio para la prensa oficialista, que no hace periodismo, sino describir, narrar y leer el libreto que les pasan desde las diferentes instancias del Poder Ejecutivo y eso no es hacer periodismo, porque la prensa pregunta, indaga, investiga», concluye Medrano.