1.300 millones de católicos estarán atentos al cónclave que inicia el 7 de mayo

  • Todo está listo para que 133 cardenales inicien la elección de un nuevo papa, sucesor de Francisco, el progresista pontífice que dejó una herencia a seguir.

Un total de 133 cardenales se aislarán desde el próximo 7 de diciembre para iniciar un proceso secreto de elección del sucesor del papa Francisco, es decir, la persona que estará al frente de la iglesia católica, que cuenta con al menos 1.300 millones de seguidores en todo el mundo.

El próximo 7 de mayo de 2025, la Iglesia Católica iniciará un nuevo cónclave en la Capilla Sixtina para elegir al sucesor de Francisco, el papa fallecido el 21 de abril. Este proceso, profundamente arraigado en la tradición, se lleva a cabo en un contexto desafíos globales que marcarán el rumbo futuro del pontificado.

Preparativos y logística del cónclave

Desde el 22 de abril, la residencia de Santa Marta fue desalojada para alojar a los 133 cardenales electores menores de 80 años. Se han implementado medidas estrictas de seguridad, incluyendo el bloqueo de señales de comunicación y el oscurecimiento de ventanas, para garantizar la confidencialidad del proceso.  

Aspecto de la Capilla Sixtina, lista para el cónclave.

La Capilla Sixtina fue cerrada al público el 28 de abril para su adecuación al cónclave. Se instalaron mesas, sillas y una chimenea especial desde donde se emitirán las tradicionales fumatas: negra si no hay acuerdo y blanca cuando se elija al nuevo papa.

Están instaladas las estufas para quemar las papeletas y poder lanzar humo negro o humo blanco.
Normas y desarrollo del cónclave

El cónclave se rige por la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, que establece que los cardenales deben reunirse en congregaciones generales y particulares para tratar asuntos importantes y ordinarios, respectivamente. 

Durante el cónclave, se realizan hasta cuatro votaciones diarias, dos por la mañana y dos por la tarde. Cada cardenal escribe en una papeleta el nombre de su elegido, pronunciando un juramento de conciencia. Para ser elegido papa, un candidato debe obtener al menos dos tercios de los votos. Si después de 33 votaciones no se logra consenso, se consideran solo los dos candidatos más votados. 

La chimenea por dónde debe salir el humo para anunciar a los fieles el resultado de la elección que realizan los 133 cardenales.

Una vez elegido, el nuevo pontífice es llevado a la “Sala de las Lágrimas” para vestirse con la túnica papal y luego se presenta al mundo desde el balcón de la Basílica de San Pedro con el anuncio: “¡Habemus Papam!”.

Tensiones internas y perfil del próximo papa

El cónclave se desarrolla en un momento de polarización dentro de la Iglesia. El cardenal Gerhard Ludwig Müller, representante del ala conservadora, ha expresado su deseo de revertir las reformas del papa Francisco, abogando por un retorno a la ortodoxia doctrinal. 

Por otro lado, muchos cardenales buscan un líder que actúe como unificador, capaz de escuchar y conectar con diversas corrientes dentro de la Iglesia. Se destaca la importancia de elegir a alguien sencillo, humilde y abierto al diálogo, sin importar su origen geográfico. 

Vista de la sala donde el nuevo papa será investido para salir al balcón ante la Plaza de San Pedro y saludar a los fieles.

El cardenal Giovanni Angelo Becciu, condenado por malversación de fondos y abuso de poder, ha sido excluido del cónclave. Aunque inicialmente cuestionó su exclusión, finalmente aceptó no participar “por el bien de la Iglesia”.

El cónclave de 2025 es una encrucijada histórica para la Iglesia Católica. La elección del nuevo papa definirá si se continúa con las reformas iniciadas por Francisco o se retorna a una visión más conservadora. El mundo observa con expectación este proceso que combina tradición, simbolismo y decisiones trascendentales para el futuro de la fe católica.