Desde ayer la villa de Esquipulas se ha convertido en el lugar más visitado de Guatemala. Unos 100 peregrinos, entre extranjeros y nacionales, han abarrotado esta ciudad, situada a 220 km de la capital. Todo para poder ver, tocar y orar en presencia del Cristo Negro, la imagen de Jesús que se ha convertido en el símbolo religioso más importante de nuestro país.
Los hoteles están abarrotados, así como restaurantes y comedores, pero es un flujo que llega cada año y los esquipultecos están acostumbrados a su presencia. También hay celebraciones en la ciudad capital, en el templo Esquipulitas de la zona 11, y en las ciudades en Estados Unidos en donde hay mayor cantidad de migrantes guatemaltecos. El 15 de enero es un día importante para los católicos de Guatemala, México, El Salvador, Honduras y Nicaragua.
El Cristo Negro es venerado en la Basílica de Esquipulas, el templo más grande y visitado de Centroamérica. Aunque todo el año recibe el flujo de files y peregrinos centroamericanos, es el 15 de enero. Esta extraordinaria obra de arte –reconocida así internacionalmente– fue tallada por el escultor portugués Quirio Cataño.
Los datos históricos dan cuenta de que los españoles tuvieron interés en la siembra del algodón en la región de Esquipulas. Por esa razón se dieron a la tarea de evangelizar la región, y una de las maneras que utilizaban siempre era la de tener imágenes para su veneración.
Es así como en 1594 Don Cristóbal de Morales contrató al artista portugués, quien se encontraba en Santiago de los Caballeros y tenía fama de gran escultor. Parte del texto del contrato establece lo siguiente (texto original):
En la Ciudad de Santiago de Guatemala, a los veintinueve días del mes de agosto del año mil quinientos noventa y cuatro, Cristóbal de Morales, Provisor de este Obispado, concertó con Quirio Cataño, oficial de escultor, que haga para el Pueblo de Esquipulas un Crucifijo de vara y media, muy bien acabado y perfeccionado, que lo debe dar acabado el día de San Francisco, primero que viene, y se han de dar por él cien tostones de cuatro reales de plata cada uno.
La obra fue entregada en octubre de 1594, y trasladada a pié hasta la villa de Esquipulas, a donde llegó el 9 de marzo de 1595. Con el correr del tiempo se le ha conocido como El Cristo Negro de Esquipulas, o Milagroso Señor de Esquipulas.
El Papa Juan Pablo II visitó Guatemala en 1996 e hizo coincidir su viaje con la clausura del Año Jubilar del Señor de Esquipulas; el 6 de febrero de 1996 celebró misa en la Basílica de Esquipulas y oró por la paz del país en presencia del Cristo Negro.
Los días de mayor peregrinación han sido ayer y hoy domingo, pero continúan durante toda la semana.