- A diferencia de sus antecesores en el cargo, Bernardo Arévalo llegará al cargo en condiciones adversas que pueden entorpecer su administración.
En aproximadamente dos meses y medio, si se respeta el orden constitucional, deberán asumir Bernardo Arévalo y Karin Herrera como presidente y vicepresidenta de la República, respectivamente. A diferencia de anteriores administraciones, llegan en condiciones adversas y con enormes retos por enfrentar.
Suele decirse que los nuevos gobiernos tienen los primeros 100 días de gestión como un tiempo de gracia para encarrilarse y empezar a dar resultados. Eso no aplicará para Bernardo Arévalo y Karin Herrera, quienes deben asumir el 14 de enero de 2024 en medio de un ambiente hostil, como no lo vivió ninguno de los nueve presidentes electos que les antecedieron.
El 20 de agosto, más de dos millones de guatemaltecos votaron mayoritariamente (61%) por el binomio Arévalo-Herrera, como respuesta de apoyo al discurso anticorrupción y en repudio a un sistema que se ha envuelto en un manto de impunidad fortalecido durante los últimos ocho años bajo las administraciones de Jimmy Morales y Alejandro Giammattei.
Vinicio Cerezo llegó con respaldo popular y mayoría de su partido (DC) en el Congreso. Durante su gestión tuvo que superar dos intentos de golpes de estado militares y un Paro Nacional de empresarios que duró una semana; Jorge Serrano tuvo un Congreso adverso y al optar disolverlo con el apoyo de los militares, creo una crisis más grande que le llevó a renunciar y salir al exilio.
Álvaro Arzú llegó con una aplanadora amarilla (PAN)en el Congreso y con apoyo de sectores influyentes. Gobernó con bastante autoritarismo; Alfonso Portillo lo hizo con el apoyo de su partido (FRG) en el Congreso, aunque con oposición del sector empresarial. Chocó con la prensa por las denuncias sobre corrupción; Oscar Berger fue un presidente moderado y no tuvo confrontación con el Legislativo ni con otros sectores; Álvaro Colom fue respaldado por una fuerte bancada de su partido (UNE) y pudo enfrentar críticas y señalamientos e incluso sobrevivió al escándalo conocido como Caso Rosemberg.
Luego vino el descalabro institucional con la corrupción, pero sin impunidad en el gobierno de Otto Pérez y terminó con su renuncia; Jimmy Morales y Alejandro Giammattei continuaron la corruptela, pero el primero inició el control del sistema de justicia y el segundo lo concretó absolutamente para crear un impresionante muro de impunidad.
Los retos de Arévalo
Sin duda, cualquier analista podría hacer una lista más larga. Sin embargo, en este análisis nos concretaremos a los 5 desafíos que deberá enfrentar Arévalo inmediatamente después de recibir la banda presidencial. Para todos ellos se debe estar preparando desde este momento.
1.- LIMPIAR EL MP Y SISTEMA DE JUSTICIA: El Ministerio Público (MP) es el ente encargado de la persecución penal. Es la fuente de la actual crisis político-social, porque es pieza importante del sistema político tradicional, que ha formado una poderosa alianza, la cual pretende mantener un poder fáctico en la conducción en el país.
La institución está bajo el mando de Consuelo Porras, una funcionaria que ha sido incluida por el departamento de Estado de EEUU en la Lista Engel por ser considerada “corrupta y antidemocrática”. Una reforma a la Ley en 2016 impide que el presidente pueda destituirla, aunque la Constitución establece que puede hacerlo.
En todo caso, ella contará con el respaldo de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), la Corte de Constitucionalidad (CC) y el Congreso de la República, lo que la convierte en hueso duro de roer.
El MP es la piedra de donde parte la impunidad imperante. Esa limpieza debiera incluir el cambio de magistrados de la CSJ, que han principiado el quinto año de su gestión espuria e inconstitucional, con el apoyo del oficialismo.
LA CC es el tapón final para defender los bastiones de la impunidad. Una tarea muy difícil para cualquier administración en su arranque, pero indispensable para crear un ambiente de gobernabilidad.
Se debe hacer la lucha en el Congreso para que se logre la elección de la nueva CSJ que, aunque no sea ideal –la elegirán los diputados de la alianza– no puede ser peor que la actual.
Una de las tareas prioritarias del MP es la de impedir que el Movimiento Semilla se presente como un bloque parlamentario. Para eso se ha suspendido la personería jurídica del partido, aunque hace falta que se libre la desigual batalla legal en las cortes y el propio TSE.
2.- GOBIERNO DE UNIDAD: Se podrá llamar de muchas formas, pero es una necesidad buscar un gran Pacto Nacional con todos los sectores democráticos representativos, con el fin de alcanzar la gobernabilidad. Es necesario encontrar acuerdos básicos para superar la crisis que se ha formado. Se deben impulsar reformas en el país y hay que tomar una dirección correcta y de consenso. De las crisis pueden también salir buenas iniciativas, promotoras de cambio.
En el pasado se ha convocado muchas veces a un Diálogo Nacional, pero nunca se han obtenido resultados concretos. En esta ocasión lograrlos es una necesidad. Se debe pensar en el concepto de un Gobierno de Unidad, en vez de fomentar la división, como ha sucedido durante los últimos ocho años.
3.- GENERAR CONFIANZA Y OBTENER APOYO POPULAR: Para alcanzar victorias en cada uno de los desafíos que están a la vista, el presidente Arévalo necesita, desde ahora, generar confianza en la mayoría de la población, con el fin de reforzar el apoyo popular para su gestión. Frente a tantos y poderosos enemigos –lo que hoy es el oficialismo y sus aliados, que se convertirá en alianza opositora–, el nuevo gobernante podría necesitar del movimiento ciudadano.
Se ha visto qué, de entrada, cuenta con un caudal importante que ha estado dispuesto a salir a las calles a defender la democracia. El movimiento estuvo encabezado por las autoridades ancestrales indígenas. Esta es una base importante que se debe cultivar. Se puede agregar que también debe mantener el apoyo de la comunidad internacional, porque hay muchas batallas por librar y tener de su lado a Estados Unidos y la Unión Europea es importante.
Ese apoyo popular puede hacer que el poder Legislativo, que será dominado por la alianza opositora, se vea obligado por la presión de la ciudadanía a dar los pasos necesarios en la dirección correcta para que el Gobierno pueda llevar a cabo sus planes y programa de gobierno.
Siempre sobre la relación entre Ejecutivo y Legislativo, puede servir el apoyo de la comunidad internacional. Muchos diputados podrían no estar tan unidos a la alianza opositora con tal de no ser sancionados par países u organismos internacionales.
4.- LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN: La promesa básica que lleva a Arévalo y el partido Semilla a ganar las elecciones, es la lucha anticorrupción. En los tres últimos gobiernos la corrupción se ha disparado, haciendo ver pequeño lo sucedido en las anteriores administraciones. La ciudadanía ha comprobado que el afán de enriquecerse de la llamada clase política se ha vuelto un lastre enorme para que el país pueda avanzar por la vía del desarrollo.
Sin embargo, pasar del discurso a los resultados no será tarea sencilla. Las estructuras criminales que funcionan dentro y fuera del Estado son muy grandes. Obviamente el primer paso será el ejemplo, pero se debe avanzar con más energía que eso. Las llamadas comisiones contra la corrupción, o de transparencia, no han servido más que para dar empleos bien pagados a un grupo de amigos, porque en la práctica no sólo no aportan, sino sirven de cortina de humo para que se sigan dilapidando los recursos del Estado. Una estructura eficiente podría traer logros importantes.
Aquí se vuelve al desafío número 1: Mientras no haya un MP y todo el sistema de justicia dispuesto a poner un alto a los saqueadores del Estado, de nada servirán todos los discursos y esfuerzos. Finalmente, la estructura de impunidad que se ha creado es para que no haya impedimento para el saqueo del erario.
5.- ATENDER EL REZAGO SOCIAL: Hay que trabajar en ello desde el primer día, porque son la razón más importante para hacer Gobierno. Guatemala tiene uno de los niveles más altos de pobreza y pobreza extrema. La desnutrición infantil –de la cual somos campeones en Latinoamérica– es un freno para el desarrollo de cualquier país. Pero eso no es todo. El sistema de salud es desastroso, el nivel educativo es de los peores del continente.
Educación y salud van de la mano para poder ofrecer oportunidades a la población en el mediano plazo.
Para tener una mejor visión, en el índice de Desarrollo Humano (IDH), Guatemala se encuentra en niveles que solamente se pueden comparar con los de Haití, Honduras y Nicaragua en el hemisferio. Mientras otros países han salido del subdesarrollo apostando a la educación, en Guatemala sigue prevaleciendo la importancia de tener una economía macroeconómica sana, sin hacer esfuerzos para que ello se convierta en mejores condiciones para las grandes mayorías y combatir la pobreza.
Ninguna de las cinco tareas prioritarias parece fácil de enfrentar, pero son escenarios que no se pueden excluir, porque si no se llevan a cabo, es muy difícil anticipar los cambios que la población espera.
El primer golpe: Presupuesto´2024
Antes se mencionó que lo que hoy se puede llamar alianza oficialista, pasaría a convertirse en alianza opositora a partir de enero. Esta se mantendrá, principalmente entre los actores políticos. Los partidos que han acompañado al oficialismo pretenden seguir unidos en el Congreso, para mantener una importante cuota de poder, al controlar el Legislativo, pero también el Organismo Judicial (OJ).
De hecho, esos partidos, que controlan la Comisión de Finanzas Públicas y Moneda (CFPM), preparan ya el primer golpe –o tamal– para el nuevo gobierno, al enviar para su discusión y aprobación al pleno, un proyecto de Presupuesto 2024 que dejaría atado de pies y manos a Arévalo y su equipo de trabajo.
Al margen del monto, la opinión de expertos es que no constituye un instrumento efectivo para el desarrollo integral, que procure bienestar, con transparencia y controles anticorrupción.
Dicha Comisión legislativa no solo no tomó en cuenta las peticiones y recomendaciones que hicieran los técnicos del futuro gobierno, sino que tampoco lo hizo con la opinión de analistas y tanques de pensamiento económico-fiscal fiscal que se reunieron con ellos. Si se aprueba tal como propone la CFPM –como parece que pueda suceder–, es poco lo que podrá hacer la administración Arévalo que, dicho en otras palabras, estaría con una camisa de fuerza que le impediría hacer cualquier tipo de movimiento.
En opinión del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), sería mejor que no se aprobara la iniciativa propuesta y que quede en vigor el Presupuesto 2023, que permitiría más acción al equipo de Semilla.
Al cierre de esta revista, el MP preparaba una serie de nuevas acciones contra el proceso electoral, siempre con la finalidad de debilitar al nuevo gobernante y preparar el terreno para responder a las acciones que podría tomar, en caso de producirse el cambio de presidente como lo establece la Constitución el 14 de enero próximo.