Militar vinculado al narcotráfico muestra al presidente Giammattei un dron adquirido por el Ejército

En noviembre pasado, el Ejército de Guatemala anunció la compra de una aeronave no tripulada (drone) que sería usada para combatir el narcotráfico. Uno de los militares que participó en dicha actividad, le demostró al presidente Alejandro Giammattei cómo funcionaba.

Se trata del mayor de Aviación Carlos Enrique Durán Cáceres, él fue el encargado de presentarle al mandatario la nueva adquisición.

En el acto, el presidente Giammattei calificó dicha compra como un hito para el país y primero en Centroamérica en adquirir un vehículo de esas características, el mandatario agregó que también significaba un logro para el combate contra el narcotráfico.

“En el marco de los 100 años de fundación de la Fuerza Aérea Guatemalteca, traemos el primer avión no tripulado a nivel centroamericano. Apoyará las acciones de control de los incendios forestales para su detección temprana, pero también apoyará en las operaciones contra el crimen transnacional, contra la migración ilegal”, expresó el jefe de Gobierno.

El vehículo fue comprado bajo el argumento de incrementar las capacidades de vigilancia aérea y respuesta a amenazas del Estado como el narcotráfico, contrabando, tráfico de personas y de armas.

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Tras las capturas del martes, las cuentas oficiales del Gobierno de Guatemala eliminaron las publicaciones en las que se observaba al mandatario acompañado del militar capturado, el ministro de la Defensa Juan Carlos Alemán y otras autoridades castrenses.

De acuerdo con la investigación del Ministerio Público, la estructura, a la que se vincula a los tres miembros del Ejército, «realiza las planificaciones y coordinaciones para la recepción de aeronaves cargadas de droga denominada cocaína, procedentes de otros países, principalmente de Suramérica».

Las operaciones se ejecutaban en «colaboración y coordinación con elementos» del cártel mexicano «denominado como Jalisco Nueva Generación«, añadió el comunicado.

Además, el MP identificó que la estructura local se dedica a localizar pistas de aterrizaje clandestinas para el arribo «de aeronaves cargadas con droga» y «planifican atentados en contra de personas que los delatan con las autoridades».

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