El Juez de Mayor Riesgo B, Miguel Ángel Gálvez, dio hoy un paso más para que avance finalmente el juicio por el caso de Cristina Siekavizza, al resolver que Joaquín Flores González, cuñado de Roberto Barreda, sea enviado a juicio por el delito de encubrimiento y entorpecer las investigaciones del Ministerio Público.
Según las pruebas presentadas, Flores González colaboró con Barrera para contratar personal que hizo limpieza en la casa de Siekavizza después de su desaparición y supuesto asesinato en 2011. El juez tuvo acceso a escuchas telefónicas que se hicieron entre el 16 y el 31 de julio de ese año.
El caso Siekavizza ha sufrido varios atrasos, en buena medida por los recursos interpuestos por la familia Barrera y –se cree–, la influencia de la ex magistrada y ex presidenta de la Corte Suprema de Justicia, Beatriz Ofelia de León, madre del esposo de la víctima, a quien habría ayudado a escapar hacia México, en donde fue capturado tras casi dos años de vivir escondido y con otra identidad en Mérida, Yucatán, México.
A pesar de todos los esfuerzos del MP y la parte acusadora –familia y organizaciones pro justicia–, la apertura a juicio contra Barrera está programada hasta noviembre de 2017.
Todas las pruebas presentadas apuntan a que Barrera asesinó a su esposa y luego hizo desaparecer el cuerpo –con ayuda de amigos–, antes de huir a México. La ex magistrada de León intimidó a una empleada de la familia para que no dijera lo que sabía, pero finalmente terminó ella denunciada, aunque logró que el delito de encubrimiento se le retirara por parte de un juez.
El mayor problema que enfrentará la parte acusadora es demostrar el crimen, tomando en cuenta que el cuerpo de Cristina Siekavizza nunca apareció.