El expresidente Evo Morales denunció este viernes que se gesta en Bolivia un «golpe de Estado» para instalar un gobierno civil-militar, afirmando que arribaron a su país aviones con armas procedentes de Estados Unidos.
«Se gesta un nuevo golpe de Estado en #Bolivia, cuyo plan está a cargo de los generales Ortiz y Orellana. Se intenta instaurar un gobierno de civiles y militares. Con ese fin llegaron dos aviones con armas desde EE.UU», aseguró Morales en Twitter.
El exmandatario, quien dimitió en noviembre pasado tras 14 años en el poder, empujado por una fuerte convulsión social y la presión de militares y policías, explicó que los dos militares mencionados son el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, general Sergio Orellana y el general Iván Ortiz, con cargo en el Comando en Jefe.
Morales dijo que esas versiones le llegaron por «militares patriotas» a quienes no identificó, según declaraciones recogidas luego por el diario Página Siete.
Francotiradores
El exmandatario, refugiado en Argentina desde diciembre pasado tras un mes de exilio en México, dijo además que se «desplazaron francotiradores a El Alto», una ciudad vecina de La Paz y Chapare, la región cocalera en el centro del país, su leal bastión político.
Mencionó que los presuntos francotiradores fueron enviados por el poder Ejecutivo «para que actúen contra grupos de ciudadanos que defienden elecciones y democracia», en referencia a los grupos de indígenas y campesinos aliados a su partido, el izquierdista Movimiento Al Socialismo (MAS), que protestan la postergación de las elecciones del 6 de septiembre al 18 de octubre.
«Pretenden usar armas de calibre 22 y 25 para culpar de enfrentamientos a movimientos sociales», señaló.
Desde el lunes se registran cortes de ruta en seis de los nueve departamentos del país, protagonizados por vecinos, campesinos e indígenas, que denuncian que la postergación de las elecciones, decidida a raíz de la pandemia del coronavirus, busca perjudicar al candidato del MAS.
Rutas bloqueadas
El ministro de Gobierno (Interior), Arturo Murillo, dijo este viernes que desplazarán en cualquier momento a policías y militares para despejar las rutas bloqueadas.
Los comicios han sido aplazados en dos ocasiones anteriores a raíz de la pandemia, que a la fecha causó 3.524 fallecidos y más de 87.800 contagiados en este país de 11 millones de habitantes.
Los manifestantes creen que las postergaciones sólo buscan perjudicar al candidato del MAS, Luis Arce, quien encabeza las encuestas de intención de voto, por encima del expresidente centrista Carlos Mesa y la mandataria interina Jeanine Áñez, de derecha.