El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, condicionó este lunes que una apertura gradual de la economía del país el próximo 6 de junio debe ir precedida de una cuarentena absoluta que votará el jueves la Asamblea Legislativa.
«Nos reunimos con los empresarios más grandes, logramos un entendimiento, es un punto medio y hemos planteado una hoja de ruta», declaró Bukele durante una rueda de prensa en una bodega de una aduana en Ilopango, sector este de San Salvador.
La hoja de ruta se inicia el jueves cuando la Asamblea Legislativa votará una «cuarentena absoluta y estricta, que deberá entrar en vigencia desde el viernes 22 de mayo y finalizará el 5 de junio».
A pesar que el país se mantiene en una cuestionada cuarentena domiciliar por violaciones a los Derechos Humanos desde el 21 de marzo, según Bukele, el nuevo confinamiento buscará «bajar la curva de contagios» de la COVID-19 que ha mostrado una tendencia al alza.
Bukele calificó de una «bofetada» una resolución provisional de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia que dejó este lunes sin efecto una prórroga de un mes del estado de emergencia que había aprobado el sábado mediante un decreto ejecutivo.
La Asamblea Legislativa había declinado el jueves a extender el estado de emergencia que finalizaba a la media noche del sábado.
La Sala Constitucional advirtió que «mientras se tramite el proceso de inconstitucionalidad (del Estado de Emergencia), las autoridades del órgano Ejecutivo no podrán ejercer ninguna de las atribuciones que dicha normativa establece».
El estado de emergencia faculta al gobierno a restringir la libertad de tránsito y reunión de personas, entre otros derechos, mantiene suspendidas las clases y difiere el pago de servicios, además de permitirle utilizar fondos de instituciones del Ejecutivo para hacer frente a la pandemia.
Según un último balance oficial, El Salvador registraba este lunes 1,413 casos de contagios del nuevo coronavirus, con 30 personas fallecidas.