El presidente francés, Emmanuel Macron, no retirará su proyecto de reforma de las pensiones pero sí «está dispuesto a mejorarlo», informaron el miércoles fuentes cercanas al jefe de Estado, después de dos semanas de huelga en los transportes y de un fuerte movimiento de protesta que no cede.
«El presidente no abandonará el proyecto, pero está dispuesto a mejorarlo durante las conversaciones previstas con los sindicatos», explicaron estas fuentes, que no quisieron revelar su identidad. Según estas informaciones, podría haber «avances» importantes antes de que finalice esta semana.
El primer ministro francés, Edouard Philippe, recibirá este miércoles por la tarde a los responsables sindicales acompañado del nuevo encargado del gobierno para esta reforma de las pensiones, Laurent Pietraszewski, que reemplaza a otro responsable que dimitió en plena crisis social por un presunto conflicto de intereses.
El objetivo de estas reuniones, que también se celebrarán el jueves, es intentar encontrar una salida a esta huelga que debilita al gobierno, bloquea muchas actividades en el país y hastía a la población.
Según estas fuentes, Macron desea además «obtener una pausa» en la movilización social «durante las fiestas» de fin de año.
Los sindicatos, sin embargo, reiteraron esta semana que no tienen intenciones de hacer una «tregua» navideña si el gobierno no da su brazo a torcer y retira su proyecto de reforma.
Según las informaciones obtenidas, Macron podría estar dispuesto a negociar sobre la edad de jubilación, que la reforma sitúa en 64 años frente a los 62 actuales.